miércoles, 19 de septiembre de 2007

Ometéotl, ¿cómo puedo acercarme a ti?, ¿cómo puedo ganarme tu confianza?
Quisiera seguir viéndote de la misma forma en que antes te miraba, que al cruzar los tus ojos con los mios me transporte a los cielos, a las nubes, a la belleza...

¿Por qué no te abres? ¿Acaso temes de algo, o de ti mismo?
Abre tus sentidos, camina descalzo, siente la tierra, la hierba, el agua en tus pies.
Acuéstate en el pasto, duerme, mira al cielo (nunca olvides hacerlo), observa a las nubes, las estrellas, al sol, a la luna...
Permite que la lluvia te toque, que las gotas hagan ese largo viaje al bajar por tu cuerpo, que paseen por tu cabello, tus labios, tus dedos... esos dedos tan magníficos que te caracterizan...
Deja que el viento te acaricie, que juegue con tus cabellos, que te susurre sus secretos al oído, que llene de olores tus pulmones, que te bese el cuello...
Abraza a un árbol, a un animal...
Platica con la naturaleza, aprende a escucharla, te darás cuenta cuan sabia es...

Te pido no te tenses, eso fatiga a las personas.
Por favor no huyas de mi, estoy aquí para ayudarte...

Ometéotl, quiero decite muchas cosas, pero si te alejas, jamás podrémos escucharnos...